jueves, 5 de diciembre de 2019

El Rey Divino


El Dios Niño en brazos de su Madre, dulzura eterna para aquellos que vivimos inmersos en el paso del tiempo.
Ver a Jesús, el Rey Divino, en los brazos de su Madre y en los brazos de la cruz. Ver a Jesús, manso y humilde, tambaleándose por el Monte Calvario, es Dios mismo que parece caerse a cada momento por los golpes, las pedradas, los insultos, pero es más Rey que nunca en el más grande de todos los imperios.
Los brazos de la Madre. Ella, elegante, majestuosa, serena, distinguida y divina. Así nos sentimos perdonados y limpios y, si lloramos, hasta el mismo llorar nos purifica y da fuerzas.
El Rey Divino en brazos de su Madre Reina como el gran altar del mundo.