viernes, 9 de noviembre de 2018

Todo menos el olvido

 

A la memoria de todos los que se nos han marchado, a todos los que la muerte nos ha arrebatado.
A todos aquellos que siguen viviendo en nuestro pensamiento y en nuestro corazón. En el fondo de los recuerdos permanecen sus nombres y sus amados rostros. Para todos nuestros seres queridos, presencias invisibles, pero reales.
Recordando el último abrazo, la última mirada. Sólo queda el amor que hemos dado y recibido, todas las veces que hemos ofrecido y recibido un: ¡te quiero tanto!
Y es que, afortunadamente, nunca dejamos de ser humanos y nos aferramos a ese manojo de recuerdos tan nuestros. Su partida, inevitable, nos sigue doliendo como una quemadura y nos tragamos las lágrimas con el alma hecho jirones en el torbellino de la vida. Y parece que nos sentimos como extraños en el caos del universo, cuando la muerte se ha colado en nuestra casa, sin pedirnos permiso, acaso un insignificante parecer, por decir algo, por considerar que somos importantes para ese alguien. Porque esas cicatrices nunca se borran.
Sólo queda recordar intensamente, agradecer cada minuto compartido y fundirse, como un amante, en un abrazo estremecido y eterno.
Menos mal que aún nos queda la esperanza de recobrarlos más allá del espacio y del tiempo.
Allí, en ese banquete tan espléndido del Vino Nuevo en el Reino de los Cielos. Allí, estate seguro, se nos dará todo, todo menos el olvido.
 
 
 

jueves, 11 de octubre de 2018

Sus ojos




               Tus ojos, como las piscinas de Hesebón  (Cantar de los Cantares)

Muchas veces nos hemos preguntado cómo serán los ojos de la Virgen María, los de Ella, que estaban destinados a contemplar al propio Dios.
Los ojos de María, todo lo que Ella mira, todo aquello que reflejan y esconden sus pupilas, se nos antoja como uno de los mayores misterios.
Sus ojos son piscinas, estanques para saciar la sed de infinito, fuentes para beber.
En los ojos de María queremos refrigerar todas nuestras ansias de amar y ser amados. Esos ojos de María que son capaces de purificar la sombra de nuestra ignorancia y descubrir en Ella las verdades más profundas de los abismos de la divinidad.
Los ojos de María son las puertas de la Ciudad de Dios, lugar que soñamos feliz, refugio para los pecadores y amor sin medida.
¿Qué será poder contemplar los ojos de su alma?
 
 

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Al mar a través de los rios



Fray Juan, un joven dominico, pidió a santo Tomás de Aquino algunas normas para poder adentrarse en el anchuroso mar de la sabiduría. He aquí las palabras del maestro:
 
No te lances de repente al mar, sino procura entrar por él a través de los ríos, pues conviene llegar a las cosas más arduas a través de aquellas que son más fáciles.
Ama con verdadera pasión el retiro y la soledad si quieres penetrar en los arcanos de la ciencia.
Sé afable con todos y no juzgues interiormente las acciones de los demás, ama la pureza de conciencia y huye, sobre todas las cosas, de la disipación.
Haz por entender todas las cosas que lees u oyes, sin reparar en quien lo dijo. Cerciórate en las dudas y esfuérzate por retener en el armario de la mente todo lo que puedas, a manera de aquél que aspira a llenar un vaso. No investigues aquello que está por encima de tu alcance.
Si cumples estas normas, serás como una cepa frondosa y cargada de exquisitos frutos en la viña del Señor, así alcanzarás lo que tanto deseas.
 
Después de ocho siglos siguen vigentes estos consejos salidos de la rica interioridad de santo Tomás. En esta sociedad sin Dios, sin valores, sin modelos de referencia, qué bien nos viene recordar sus palabras. 
 
 

jueves, 2 de agosto de 2018

Ansiar la belleza



Nosotros, que tanto ansiamos la belleza, necesitamos rodearnos de esas personas especiales que, desde su hondura, nos revelan la suma pureza, la armonía y el equilibrio para nuestro caos interior.
Esas personas especiales que, sin pretenderlo, convierten en gestos de bendición todo cuanto tocan.
Esas personas especiales que, desde la grandeza de su corazón, transforman en inmarchitables primaveras todo lo que anhelamos y que, por un absurdo pudor, nos cuesta tanto confesar.
La belleza, mil veces la belleza, siempre la belleza, esa que nos regalan las personas especiales, incomparables momentos, intransferibles sensaciones.
Tú eres una de esas personas especiales: ¡Muchas gracias por estar en mi vida!
 
P.D. Gracias a Virginia por compartir esta bella fotografía.
 

domingo, 8 de julio de 2018

Estar entre los elegidos

 


Y le dijo Jesús: Vete, satanás, porque está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y sólo a Él darás culto. Entonces, le dejó el diablo y se le acercaron los ángeles y le sirvieron.
 
Cuando Dios invade el alma comprendemos esta gran verdad, que no hay proporción entre la culpa y el don de su misericordia. Desculpabilizar a las personas es una ardua y bella tarea. Convertirnos en destructores de angustias, del sufrimiento que aflige al hombre, del desamparo que acecha la vida de tantos. Desnudez, orfandad en el alma, ¿estamos preparados para acoger esas lágrimas, para soportar el peso de todos los desastres interiores?
Bajo la Cruz del Señor la paz sobrevive a todas las tentaciones para garantizar los quilates de lo que vive dentro, porque nuestra carne siempre es probada en aquello que más nos duele, somos tentados en lo que más amamos.
A veces, lo más penoso es saber reconciliarnos con nosotros mismos cuando se ponen de manifiesto nuestras heridas interiores. Necesitamos muchas dosis de oración de sanación, que nos liberen, reconcilien y transformen. En los desiertos de nuestra vida no hay alternativas: O morimos de sed, soledad y tristeza, o renacemos para salir más fortalecidos de todas estas pruebas.
Por eso, el que no ha sido tentado, no puede estar entre los elegidos.
 

sábado, 9 de junio de 2018

Rosario al sol


                                                                 Francis Jammes

Rosario al sol es el título de una de las novelas del escritor Francis Jammes.
Jammes había nacido en Tournay (Francia) en 1868. Convertido  a la fe católica o, por mejor decir, retornado al catolicismo por influencia de Paul Claudel, sus escritos nos comunican la fe vivida desde las cosas cotidianas, los detalles, la vida humilde, la paz y la familia.
Ya el gran Rilke admiró la belleza de la poesía y la prosa de Jammes. La naturaleza, los campos en sazón, lo más puro experimentado entre el lento pasar de las cuentas del Rosario desde ese viaje a Lourdes. Mirando al cielo, Francis Jammes nos hace sentir que la tarde brilla en el frescor inmarchitable de los sentimientos, esa forma feliz de saber que todo lo que acontece, aún las tinieblas interiores del alma, está guiado por una mano providente y amorosa.
 
Tras la fervorosa y sentida Letanía, el autor concluye de este modo su hermoso libro:
 
Mi Rosario está dicho. Tengo en mi mano la cruz grosera al escribir estas líneas. Yo sé la fuerza que he sacado de él, desde el día en que me creí muerto hasta este en que, lleno de vida eterna, escucho, seguro de mi, el viento. He visto a los míos alzarse de sus lechos fúnebres. Alabaré a mi Dios y apoyaré ante Él mi corazón contra la tierra.
He aquí el pobre haz que ha producido, ¡oh, Virgen! este puñado de granos. Pero había en medio esta amapola que reía.

jueves, 3 de mayo de 2018

Desde aquella noche



Aquella noche, mientras Santo Domingo oraba, fue arrebatado en espíritu y vio al Señor y a su santísima Madre, y le pareció a Domingo que nuestra Señora iba vestida con un precioso manto de color zafiro, su belleza era inefable.
Con triste corazón, Domingo miró a su alrededor, pues veía a religiosos de todas las Órdenes, pero ninguno de la suya. Y se cuenta que Domingo derramó copiosas lágrimas. Pese a su timidez, y sólo a ruegos de la Señora, accedió a acercarse a Jesucristo, quien le preguntó:
- Fray Domingo, ¿quieres ver a tu Orden?
Y él, tembloroso como un chiquillo, respondió:
- Claro que sí, mi Señor.
Y el Señor volvió a hablarle:
- Mira, Domingo, tu Orden la he encomendado a mi Madre.
La Beata Cecilia Cesarini lo narra así: Entonces, la Virgen María abrió el manto con el que se cubría y lo extendió en torno a Domingo, al cual le pareció tan grande, que podía dar cabida a toda la patria celestial, y bajo el manto vio una muchedumbre de hermanos y hermanas.
Desde aquella noche bendita, todos los dominicos y dominicas nos sentimos arropados y protegidos bajo el manto de la Madre Todopoderosa.
 

domingo, 8 de abril de 2018

Manantial y fatiga


 
Tenemos tanta sed de eternidad como la mujer samaritana del Evangelio. Incluso nuestras propias faltas redundan en nuestro beneficio; alguien dijo que, con nuestros errores, Dios se hace un ramillete de hermosas florecillas.
Acudimos al manantial de Jacob fatigados del camino de la vida, y es que llegamos con el corazón herido, la herida humana y la herida resplandeciente que ha abierto el amor divino llegando a tocar nuestro mismo centro.
Al brocal del pozo del Agua Viva acudimos con la sed agónica de nuestras tristezas y miedos, de nuestras decepciones y culpas y necesitamos, desesperadamente, la intimidad y el amor que nunca se agoten. 
 

viernes, 2 de marzo de 2018

Nada más inútil

 
 
 
Nada más inútil que la oración y, desde esa inutilidad, la amamos con deleite. En esta búsqueda incesante nos han preguntado muchas veces el porqué y el para qué rezar si (aparentemente) no sirve de nada.
Pero orar también significa vadear momentos de gran dolor y soledad, un permanente morir y renacer en el desgarro de los afectos humanos como señala el profeta Oseas. Si queremos que nuestra oración sea transformante, tendremos que estar dispuestos a esas formas de muerte.
¿Tenemos necesidad de orar? La palabra clave se llama deseo: desear a Dios con todo nuestro ser, sólo entonces la oración se nos hará imprescindible. Entregarse y confiar, la mística esponsal que se va construyendo en el alma transportada por encima de sí misma.
Incluso desde el propio pecado, nuestra oración sostiene a la humanidad entera.

sábado, 3 de febrero de 2018

Estoy complaciendo a Dios


                                                    Patti Mansfield con el Papa Francisco

Patti Mansfield es uno de los testigos excepcionales del nacimiento de la Renovación Carismática y del inicio en la Iglesia Católica, a nivel mundial,  de un nuevo pentecostés de gracia y bendición y de su asombrosa expansión por los cinco continentes.
 
En su llamado Cuaderno de Notas, y con motivo del cumpleaños de Netta, su madre, señala cómo comprendió de una manera nueva el hecho de que el amor que tenía por la Madre de Jesús, no le quitaba nada del amor que ella sentía por el Señor.
 
       Así, Patti, registra esta anotación:
 
Cuanto más vamos a María y experimentamos su ayuda en nuestras vidas, tanto más la amamos. Nosotros empezamos a amar en María esas mismas cualidades que la hicieron a Ella bendita entre las mujeres. Cuando la amamos y honramos a Ella, nosotros estamos también amando y honrando a su Hijo. Si entramos en una nueva relación con María, es por causa de Jesús. El Señor nos manda: Honra a tu Madre. Yo me alegro ahora de saber que estoy complaciendo a Dios cuando honro a ambas, a mi madre en la tierra y a mi Madre en el cielo.
 

lunes, 1 de enero de 2018

En brazos de su Madre

 
 
 
Al llegar al portal, los Magos encontraron al Niño Jesús en brazos de su Madre. Dios quiso que la manifestación de su Unigénito ocurriera en el dulce regazo de Aquella que nos enseña el arte de contemplar las cosas divinas.
Ella, la Madre, es la Aurora del Sol que no conoce el ocaso, la Alborada cuya gracia tiene dos nombres: Obediencia y Silencio. Ella es la Stella maris que siempre brilla y reluce en nuestra alma que navega entre las galernas del mundo.
Ella nos inspira la confianza para acercarnos a ese Niño Dios que, entre sus brazos, está puesto como Salvador de todo el género humano. Ella es la Corredentora cuya intercesión invocamos, señal de esperanza segura y camino de consolación.
En brazos de su Madre proclamamos a Jesús como Rey y adoramos su majestad y poder. En brazos de su Madre le confesamos como Redentor.
Siempre que busquemos a Jesús le encontraremos en brazos de su Madre.